EL ALMENDRO (poema de fe)




 
No se porque causa 
ni porque misterio
en un mes tan frío
floreció el almendro.

Unos días de sol y bonanza
unas noches templadas hicieron
florecer sus pequeñas ramitas
en los últimos días de enero.

Su flores rosadas
se abrieron... se abrieron
y yo las miraba
dándoles mi aliento
dándoles abrigo
queriendo, queriendo
con mis tiernas manos
de tener al viento.


De un blanco lechoso
se han puesto los cielos
han callado las aves sus trinos
la bonanza da paso al mal tiempo.

Caían los copos igual que pañuelos
de  blanco se iban los campos vistiendo
blancura de nieve, blancor de mi almendro.

Miraba mi  padre, con ternura y miedo
    al tierno "Arbolillo" valiente ingenuo
  que mecía sus flores de nácar
a la nieve que lo iba cubriendo.

Y tubo una idea...
que en ideas mi padre... era experto;
Cogió cuatro palos, un ""cobertor" viejo
unos cuantos sacos y le hizo un techo.

Y luego reía mi padre, !contento!
¡Ya tiene una casa tu pequeño almendro!
"Que así fue el principio, del invernadero"

¡Resiste! ¡Resiste!
¡Aguanta pequeño!
que tiene contados
sus días Enero
y Febrero vendrá
con buen tiempo
lo ha dicho, el abuelo.

No se porque causa
ni porque misterio
resistieron sus flores el frío
aguantaron sus ramas el viento
y ese año un puñado de frutos
dio gozoso y valiente ...
!mi almendro!.


Dedicado a mi sobrino Yeray.